Inst. San José. Nivel Secundario. Departamento de Educación Física.
Profesores: Gabriel Bustos, Adrián Rivero, Roxana Sgro
Proyecto: “La Mirada que compromete”, Merendero Villa Carlitos
Lema : Un juguete por una sonrisa.
Ser voluntario … un estilo de vida
“Y si hemos llegado a la edad que tenemos es porque otros nos han ido salvando la vida, incesantemente” (Ernesto Sábato)
El voluntariado es una de las manifestaciones más visibles del espíritu solidario en una comunidad; puede practicarse en forma individual, pero cobra sentido cuando se lo hace en grupo y de manera organizada. Es una actitud de vida y no distingue edad ni formación. Es la organización que forman las personas voluntarias, que se unen con el fin de realizar una tarea de bien común, en una función determinada. Es un agente de cambio.
El corazón solidario es esa luz que nos ayuda a ver al otro como “un semejante”, al que debemos incluir, amar y hacer feliz. Esta necesidad de unos y de otros nos constituye en comunidad, convencidos de que “Los otros nos salvan”, como lo expresa Ernesto Sábato.
Se comienza a ser voluntario cuando se da el primer paso, desde la pasividad, para vivir el amor en forma activa y concreta; realizando así sus ideales. Dedica parte de su tiempo, en forma continuada, a la acción solidaria; sin recibir remuneración alguna.
A veces se cae en el asistencialismo y en un tipo de voluntariado vivido verticalmente, olvidando que el verdadero voluntariado debe promover valores humanos, la capacidad de dar y de recibir, la integración social, la sana autoestima y debe ser realizado horizontalmente, codo a codo.
Hay que irradiar la alegría y el entusiasmo de “ser voluntario”, ya que hay más alegría en dar que en recibir…
Y porque es un signo de que Dios escucha, a través nuestro, el grito silencioso de los pobres.
El voluntariado no es una organización abstracta, sino que responde a necesidades concretas, insertas en cada realidad y debe facilitar la continuidad más allá de las personas.
Con la buena voluntad no basta, hay que educar la voluntad de la persona para hacer bien lo bueno. La formación de la acción solidaria depende de las obras a realizar y del espíritu de la organización a la que pertenece. Aunque el saber es necesario, lo importante es el ser y el hacer. El voluntariado provee el espacio de educación continua y facilita el crecimiento personal y grupal de los ciudadanos. El dinamismo es así: “Debo conocerme para amar y amar para servir”.
El voluntariado no sólo se ocupa de la necesidad material, sino también de la necesidad humana, cultural, afectiva, emocional, etc. El voluntariado es un dar y recibir recíproco, en donde se enriquece aquél que da y se satisface quien recibe.
Las personas que se incorporan a los grupos voluntarios presentan diversas motivaciones. El ser voluntario debe marcar un estilo de ser persona, que lucha por la defensa de la dignidad humana de los más débiles.
La educación en el saber del voluntariado es aprender a comprometerse con un gesto solidario que dignifique a toda la persona.
El hacer debe sustentarse en las raíces del ser y del saber. Esta base sólida se necesita para no caer en el asistencialismo.
Las tres etapas para la formación de los voluntarios son: Formación inicial, específica y permanente.
- inicial: Es importante descubrir la opción y sus motivaciones para ejercerla. Además se debe tomar conciencia de las limitaciones y aptitudes. Se aúnan los criterios de servicios según el o los objetivos a alcanzar.
- específica: Se ayuda al voluntario y se le brinda las herramientas para desarrollar su tarea solidaria con eficacia y también para que asuma las responsabilidades gradualmente. Es un paso necesario para afianzar su trabajo en el equipo y alcanzar su permanencia.
- permanente: Es el espacio para buscar nuevas respuestas y caminos a través de charlas, debates, talleres, etc. Para comprometerse un poco más.
Gestos que incentivan:
. Decir gracias.
. Afirmación verbal y reconocimiento por el esfuerzo realizado.
. Compartir las cosas sencillas de la vida.
. Pedir sus opiniones.
. Mostrar interés en sus realidades personales.
. Ofrecer una sonrisa.
. Comunicación interna fluida.
. Escribir sobre la contribución de los voluntarios.
. Confiarles nuevas responsabilidades.
. Mostrar interés y valoración por los aspectos personales de c/u.
. Fomentar la participación.
. Promover el trabajo en equipo.
. El acceso a la formación.
Todo esto favorece la creación de un clima adecuado de trabajo, refuerza el sentido de pertenencia y promueve las relaciones personales.
Cuatro elementos importantes del voluntariado:
Voluntad, solidaridad, acción y organización.
La voluntad se mueve por la necesidad de hacer algo para responder a necesidades concretas.
El voluntariado es un medio, no un fin, pues supone un compromiso solidario. Su objetivo es mejorar la realidad, actuando organizadamente, uniendo fuerzas, en lugares en las cuales actuar.
Tanto el voluntariado como las Organizaciones Civiles, pertenecen al tercer sector, diferenciándose bien de la acción de los gobiernos o de las Empresas privadas. Son no gubernamentales (O.N.G) y deben estar atentas porque corren el riesgo de manipulación para objetivos político-partidarios.
Sentido de participación y pertenencia:
Cuanto mayor es la participación, mayor es el compromiso y el sentido de pertenencia del voluntario.
Cuatro etapas de participación:
. La generación de ideas.
. Elaboración del Proyecto.
. Implementación.
. Evaluación del Proyecto.
Recordemos que para sanar es necesario conocer lo que significa haber estado herido. El voluntariado es la resistencia de los que se ponen al lado de los débiles, identificándose con ellos.
Darse nos abre a otras posibilidades, nos da la posibilidad de caminar despojados, sin cargas innecesarias. Cada momento nos ha sido dado para entregarnos y la vida misma es un regalo.
Dpto. de Educ. Física.